sábado, 27 de marzo de 2010

Lo mismo cada día ...

Me encontré haciendo de nuevo lo mismo. Una y otra vez.
No siempre con cosas físicas, palpables. Me encuentro en muchas ocasiones (por no decir constantemente), viviendo momentos ya atravesados, sintiendo igual todos los días, repitiendo siempre las mismas frases.
Es ocasional, impredecible y para nada sorprendete.

¿Serán constantes dejavús?¿Será que mi vida se volvió monótona y carente de la vorágine que solía tener?
Me encuentro, una vez más y sin darme cuenta, preguntándomelo.

martes, 2 de marzo de 2010

Luis Ángel Trombetta, primer médico en tratar el Sida


“En Argentina conseguimos frenar la enfermedad,
ojalá algún día podamos hacerla desaparecer”


Pese a los esfuerzos, sigue debajo de Europa y Estados Unidos.

Veinte años atrás, muchas personas estaban infectadas con el Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida (SIDA) y la mayoría no lo sabía. Adelantos en investigación y tecnología, no lograron una cura definitiva, pero consiguieron que los enfermos bajo tratamiento, tengan una mejor calidad de vida.
Luis Ángel Trombetta es médico infectólogo del Hospital Muñiz y además milita en el Partido Obrero. Hace casi 30 años, fue el primero en incursionar en el drástico mundo del Sida, una enfermedad que solía ser mortal y hoy, gracias a los nuevos avances, es sólo una crónica complicación.
- Usted pudo ver al primer paciente con SIDA en 1984. Además de una revolución en su vida, ¿Cómo impactó en el sistema hospitalario nacional esta enfermedad?
- El paisaje del hospital cambió, antes era de la infectología más clásica, ahora es mucho más de Sida que de otras enfermedades infecciosas. Si bien hay algunos sectores en donde se estudian y se atienden otras enfermedades, ya no hay una zona del hospital dividida por enfermedades.
- El sida es, básicamente, urbano: ¿Cómo se presenta, entonces, en Argentina, un país con un mayor desarrollo médico en relación a casi todos los otros países latinoamericanos?
- Aunque seguimos por debajo de los grandes países porque no somos fabricantes de medicamentos, es cierto que estamos mucho mejor que los países del sudeste asiático, justamente por esas características urbanas de las grandes ciudades, como Buenos Aires, Mar del Plata, Rosario, Córdoba. El Estado comenzó a suministrar Retro Viral(medicamentos utilizados para la cura del virus) hace muchos años, y lo mismo ocurrió con la carga viral y los cd4 que son dos análisis básicos para medir el HIV en la sangre, cosa que no ocurre en muchos países latinoamericanos. Además, las obras sociales y la medicina privada han tenido que incorporar también la asistencia del HIV.
- En los últimos diez años la medicina ha avanzado mucho, ¿Se podría llegar a pensar en la cura definitiva?
- En Argentina llevamos más de diez años en el tratamiento y se ha detenido la enfermedad para transformarla en una enfermedad compleja, de curso crónico, en la medida que tenga éxito terapéutico. Antes la gente sin tratamiento se moría, y aunque no es curativo, detiene la proyección de la enfermedad. Es indudable que las grandes empresas farmacéuticas están buscando el resultado, es un negocio que mueve mucho dinero y qué mejor que encontrar una cura para miles y miles de personas que podría generar ganancias millonarias que ni imaginamos. Por ahora, conseguimos frenar la enfermedad, ojalá algún día podamos hacerla desaparecer.
- Los medicamentos son muy fuertes y hay personas que no resisten la adaptación ¿Cuáles son los efectos adversos más comunes?
- Más allá de la intolerancia que puede llegar a tener la persona ante medicamentos y el tratamiento (que no puede ser suspendido bajo ningún concepto de vista), los fenómenos que aparecen son el trastorno de los líquidos, la redistribución de grasa en el cuerpo, hay una modificación del esquema corporal, la toxicidad y eventualmente en algunos casos hematológicas, en otros neurológica, y en algunos casos se vincula también a la enfermedad cardiovascular, producidos por el aumento de los líquidos que incrementa los riesgos. Pero lo cierto es que la gente que esta bajo tratamiento, tiene una calidad de vida mucho mejor que la que no lo está, hace una vida normal, sujeta a estas obligaciones de tratamiento y controles.
- Según uno de los proyectos de salud que presento al Partido Obrero, se apunta a una mejor integración social y rehabilitación ¿Cómo cree que podría formularse esto a nivel social?
- Con mucho esfuerzo de la gente y sobretodo del Gobierno. Las cosas van mal, los hospitales están cada vez más desabastecidos y los médicos cada vez más cansados. Es difícil pero todo tiene que salir desde la raíz que, en este caso, son las instituciones hospitalarias, gubernamentales, educacionales, etc. Más que nada los centros de salud son la base, para que la persona salga de estos lugares entera, con ganas de luchar y no más deprimido de lo que entró. También se necesita una adaptación social claramente ausente, que ya va de la mano de las escuelas.

La tiranía de la comunicación

Cuando la democracia y la libertad triunfan en un planeta aparentemente liberado de los regímenes autoritarios, retornan paradójicamente, con fuerza recobrada, las censuras y las manipulaciones. Nuevos "opios del pueblo" distraen a los ciudadanos en nombre de el mejor de los mundos y los apartan de la acción cívica y reinvidicativa. En esta nueva era de la alienación, en los tiempos de la cultura global y de los mensajes a escala planetaria, las tecnologías de la comunicación desempeñan, más que nunca, un papel ideológico de primer orden. La promesa de felicidad en la familia, la escuela, la empresa o el Estado, se encarna ahora en la comunicación. De ahí la proliferación ilimitada de los instrumentos a su servicio, de los que Internet constituye la culminación global, triunfal. Cuanta más comunicación haya, se nos dice, más armoniosa será nuestra sociedad y más felices seremos.
Podemos preguntarnos si la comunicación no estará sobrepasando su estado óptimo, su punto culminante, para entrar en una fase en la que todas sus cualidades se transforman en defectos y todas sus virtudes en vicios.
Hoy nos encontramos ante un problema crucial. ¿En qué se convierte la relación con la libertad cuando la información es superabundante?

Ignacio Ramonet

¿Para qué un blog?

¿Para qué un blog? ¿Para jactarnos de algo? ¿Para compartir con otros la cotideanedidad y monotonía de nuestras vidas?. Un blog no es más que compartir nuestra intimidad.
¿Será acaso que no soportamos estar solos? Sin alguien que nos escuche, nos lea, nos admire? ¿Queremos buscar a alguien que se ha perdido? ¿Diferenciarnos del resto? ¿Sumarnos a las tendencias? ¿Contarle al resto cosas que jamás hablaríamos fuera del anonimato?

Un blog, PARA TODOS